Las valorizaciones tributarias y legales están dirigidas a empresas, inversionistas y particulares que requieren cumplir con normativas fiscales y procesos legales en distintas instancias financieras y patrimoniales. Son fundamentales para garantizar que los valores declarados reflejen la realidad económica de la operación y que las transacciones cumplan con los requisitos exigidos por los organismos reguladores.

Este servicio es aplicable en los siguientes casos:

• Valorizaciones con Fines Tributarios (SII): Permiten determinar el valor real de los activos y pasivos de una empresa o persona natural con el objetivo de cumplir con las obligaciones fiscales. Son esenciales en la presentación de declaraciones tributarias, procesos de fiscalización del SII y auditorías financieras.
• Tasaciones para Distribución de Goodwill Tributario: El goodwill es un activo intangible clave en procesos de fusiones y adquisiciones, cuya correcta tasación es fundamental para garantizar un tratamiento fiscal adecuado. Una valoración precisa evita errores en la distribución de este activo y minimiza riesgos tributarios que podrían derivar en ajustes o sanciones por parte de la autoridad fiscal.
• Precios de Transferencia para Instrumentos Financieros:  Se requiere en transacciones entre empresas relacionadas, asegurando que los precios de compraventa de activos financieros (acciones, bonos, derivados, entre otros) sean determinados conforme a valores de mercado. Esto evita riesgos de evasión fiscal y garantiza que las operaciones sean fiscalmente válidas y aceptadas por el SII.
• Valorizaciones por Ley de Herencia: Es imprescindible en procesos de sucesión y reparto de bienes, ya que permite establecer el valor de los activos heredados o donados y definir correctamente el pago de impuestos asociados. Estas valorizaciones contribuyen a la equidad en la distribución de patrimonios y evitan disputas legales entre herederos.

Un tratamiento inadecuado de estas valorizaciones puede generar riesgos en fiscalizaciones del SII, multas tributarias, ajustes inesperados en los estados financieros y complicaciones en procesos de sucesión y reestructuración empresarial. Una correcta aplicación no solo asegura el cumplimiento normativo, sino que también optimiza la carga impositiva y protege el patrimonio de empresas y personas.